ATRÁS. Una higa me importa a mí el fútbol, pero tener que bailar hoy una Yenka con gentuza como los líderes de la FIFA o la UEFA, Ángel María Villar o los gobernantes del PP, me resulta como nadar entre excrementos con el riesgo que supone la inmersión en tanta corrupción de todos los citados. Una guerra de mafias que no sólo afecta la fútbol, sino que impregna casi todas nuestras vivencias cotidianas, sean estas cuales sean. Asco.