Se avisa a la ciudadanía en general de que los peperos andan sueltos y envalentonados, tras su aparente triunfo al aplicar en Cataluña el artículo 155 de la Constitución Española.
Se recuerda a los españoles, a todos los españoles, que cuando los peperos andan sueltos, si te pillan no sueltan presa. Traen el hambre de imposición de sus ideas que han acumulado durante años, a pesar de que algún bocado ya han dado con los recortes económicos y de libertades, en medio de la carroña que intentan enterrar sus miembros corruptos.
Sí, nuevos peligros nos acechan tras excitar la jauría a la caza de más libertades y derechos aparentemente consolidados, como el Estado de las Autonomías o la libertad de los partidos políticos que no son de su agrado.
Enloquecidos con el sabor de la sangre derramada el pasado 1 de Octubre en Cataluña, pretenden ahora cargarse a todo bicho viviente que no practique el pensamiento único o que no se pliegue a sus deseos más retrógados y centralistas.
Aúllan, más que ladran, demandando la ilegalización de toda organización nacionalista presente en cualquier parte del Estado; pidiendo que el 155 llegue también a otras comunidades autónomas en las que no consiguen gobernar o imponer sus ideas; persiguiendo, como siempre, sus propios intereses, por mucho que la pobreza, la desigualdad y el deterioro de los servicios públicos demuestren su egoísmo e ineficacia política y administrativa.
Aprovechan, además, que la izquierda anda bastante perdida, sin ideas que nos ilusionen, en medio de la histórica y permanente división que la caracteriza.
Y puestos a seguir haciendo sangre, sueltan a sus fiscales y jueces más adeptos para que resuelvan a su gusto lo que como políticos son incapaces de solventar.
Así que no nos sorprendamos de las atrocidades de la manada. El cartel ya está puesto para avisarnos: ¡Peligro, peperos sueltos!
Reblogueó esto en Meneandoneuronas – Brainstorm.
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