LO QUE HAY

Buenas noticias

Reclama una querida amiga buenas noticias, atenazada seguramente por tanto horror. Pero por mucho que me estruje la meninge y rastree por Internet, no encuentro ninguna suficientemente relevante.

Así que no me queda más remedio que sustentarme en mis deseos y escribir lo que podrían ser buenas noticias si se produjeran en algún momento. Cuando antes, mejor.

Sería, por ejemplo, una buena noticia que apareciera lo antes posible el español Ignacio Echevarría, quien ha desaparecido tras enfrentarse a uno de los terroristas de la masacre del pasado sábado en Londres. Ojala sea simplemente uno de los heridos hospitalizados y que pronto se le pueda identificar.

También sería de agradecer que la ultraderecha británica, norteamericana -con Trump al frente- y de otros países, dejara de utilizar cada atentado terrorista en su propio beneficio, aprovechando el estado de shock de la ciudadanía para proclamar nuevamente la xenofobia y exigir expulsiones a mansalva.

Al igual que sería bienvenida la desaparición del ISIS. Más aún, que todos aquellos que antes o después han financiado su existencia dejaran de hacerlo, porque el día que nos enteremos de quienes son realmente todos los ponedores se va a armar la marimorena.

Mirando al interior de nuestro país, hacia aquello que nos implica más directamente, resultaría una excelente noticia que el PP reconociera la injusticia de sus Presupuestos Generales del Estado, planteando enmiendas en el Senado que fueran luego aceptadas por todos. Sería un buen principio para luchar contra la desigualdad que tantos pobres está generando en España, tengan o no trabajo. Pero tengo que reconocer que en este caso me estoy pasando sin proponérmelo al género de la ciencia-ficción.

Como también resultaría de interés que Pablo Iglesias retirara su inútil e inoportuna moción de censura contra Rajoy, qué más bien parece dirigida a torpedear al resto de la izquierda. Arrepiéntete de tu soberbia, Pablo Manuel.

Lo dejo ya. Porque otra posible buena noticia ya no será posible. Los que el otro día íbamos con la Juve en la final de la Champions, nos hemos quedado con un palmo de narices. Traidores, que somos unos traidores.

Estándar

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s