Si no te consideras machista, seguramente te interesará bien poco este post. Pero si tienes alguna duda, seas hombre o mujer, te dedico personalmente algunas preguntas y comentarios. Por si acaso te sirven para algo.
El machismo es una actitud. Y como tal, relacionada con la cultura y con el aprendizaje. No valen pues las excusas de la naturaleza del macho, porque hablamos de seres humanos, con capacidad exclusiva de raciocinio y de evolución mental entre el resto de los animales.
Posiblemente, de pequeño, viviste rodeado de situaciones machistas, en las que tu madre -que no te dejaba entrar en la cocina- estaba doblegada a las directrices de tu padre. Si te pilló ya mayor, puede que incluso hayas vivido la época en la que la mujer casada no tenía derechos sin permiso de su marido. Y ahí, como tras siglos y siglos de dominación, te empezó todo.
Pero hoy, al menos en teoría, la ley española -al igual que en toda la cultura occidental- equipara a hombres y mujeres en plena igualdad y disfrute de derechos y libertades. En teoría, ese es el problema, porque en la práctica aún queda mucho que asumir por parte de los hombres, sean estos ricos o pobres, cultos o incultos, educados o mostrencos.
Si eres hombre -parece un reto y lo es-, intenta recordar si alguna vez te llevaste a una chica a la cama y llegado el momento cumbre ella te dijo «no», tú te cabreaste como un mono, la llamaste calientapollas y no sé si fuiste más allá. Machista, tío, si no delincuente.
O por ejemplo, si algún día, harto de la brasa que te estaba dando tu pareja, la insultaste, la vejaste o le pegaste una hostia. Violencia de género lo tuyo.
En el caso de que hayas participado en las bromas colectivas de tu panda, poniendo a parir a las parientas, creo que te lo deberías mirar, no sea que te hayas pasado, dejando a tu mujer ausente a la altura del betún.
En el caso de que seas empresario, recuerda si has discriminado a alguna mujer, no sólo salarialmente o en el reparto del poder, sino también has castigado su embarazo porque aún no asumes su derecho a estar varios meses de baja y cobrando su salario. Quizá convendría recordarte que si no fuera por las mujeres no existiría la reproducción humana ni tú habrías nacido, cacho cabrón. Y ese es un papel tan imprescindible para la vida que no deberías considerar sus derechos como un peaje, sino como una de las principales participaciones del hombre en el desarrollo de la humanidad.
Y te digo más. Si tu hijo adolescente empieza a presentar síntomas de machismo, pregúntate si te has parado a hablar con él y, por ejemplo, comentarle si lo que está haciendo con su chica le parecería bien que tú lo hicieras con su madre. Que contra el machismo de nuestros hijos hay que empezar desde pequeñitos, en casa y en la escuela, educando en igualdad.
También podrías preguntarte si haces lo que te sale de los cojones sin consultar muchas importantes decisiones con tu pareja. O si te molesta que trabaje tanto o más que tú. O que sus ingresos doblen los tuyos. Vamos, que si te jode que tu mujer te haga sombra, social, cultural o económicamente. O al revés, si vives de ella sin rubor alguno cual macarra de pro.
Otro día más, macho. No vaya a ser que te haya sacado de tus casillas y descargues tu mala leche con tu pareja.
Y respecto a las mujeres machistas, ya les escribiré alguna cosita. Pero eso será otro día.
Reblogueó esto en Meneandoneuronas – Brainstorm.
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